001. La empanada de acelga que me clavé mientras estaba en la
fila.
002. La Quilsen que me tomé
después de la empanada.
003. La sensación de creer que al terminarla iba a #saberloquequería.
004. La frustración de que me
vendieron publicidad engañosa.
005. No haber llevado cinto se
irguió como uno de los puntos más álgidos de la noche, ya que pude volver a mi
morada íntegro de prendas.
006. Verle a un man twitteando:
“SÍ KRAJO AIRON MEIDEN EN PARAGUAY KRAJO KRAJO KRAJO!!!!!”.
007. Pescar a otro copypasteándole el mismo texto y queriéndolo superar intentanto adjuntar además la foto de una bandera patria que justito NO era movida por el viento.
008. Escucharle a alguien luego
de destapar su Ourux Finux exclamar: “Aaaaaaagggggghhhhhhhhrrrrrrrr……
Satanás es mi Pastooooouuuuuuurrrrr”.
009. La total falta de control
de seguridad que me hizo pensar: “Mierda! Hubiera comprado unas cuantas latas
más de esa porquería”.
010. Desear durante todo el
largo camino de la entrada que: “Ojalá que no me quede sin aire y me tengan que
sacar los bomberos en camilla (otra vez)” :(
011. Detenerme al pasar en la
mirada un niño solitario, imberbe, inmóvil y sin ningún tipo de pelo en las
axilas esperando a sus ídolos del metal con cara de asustado y de: “Mírenme!
Estoy perdido entre las huestes del infierno!!!!!”.
012. Autofelicitarme cada vez
que azotaba la ventisca porque: “Qué suerte que traje esta campera con capucha”. :)
013. Aferrarme a la pantalla
gigante que fue todo lo que pude apreciar durante las más de 5 horas que me
instalé en el Jockey.
014. Acordarme de que mi perro
muerto se llamaba Jockey.
015. Bostezar mirando a Ghost.
016. Disfrutar cuando tocó
Slayer: Lejos. Sentado en el pasto. Sin prestar atención.
017. El instante en el que
dije: “Vamos a chupar una birra cuando el person pase exactamente por acá”. Y ahí mismo
apareció gritando: “LECHE LECHE LECHEEEEE!!!!!!”.
018. Darme cuenta que no te
descargaban toda la birra que contenía la botella si no le reclamabas al cuate
vestido de rojo, que con este gesto era una especie de anti-Papá Noel.
019. Recordar: “Estaba bueno si
qué Ghost. El disfraz del tipo aunque sea…..”.
020. El abrazo con mi ex ex
amigo Felipón.
021. El consiguiente abrazo con
mi amigo Mario, seguido de un: “Vamos si que traerle a Él Mató”.
022. Colocarme frente al home
theater más grande del mundo y que me dé penita por todos los que en serio
llevaban más de 35 años esperando por ese mágico día, y aún pagando su entrada, simplemente tenían que resignarse, igual que yo, a mirarlo por tv.
023. Empezó: “Moonchild”. Y me
acordé que también tuve una perra que se llamaba Moonchild.
024. Imaginarme que el pogo a
mi alrededor eran ventiladores gigantes que arrasaban con todas las masas de
carne que se le ponían en frente.
025. El momento en el que
razoné: “Qué boluuuuuuuuudooooo!. Me olvidé de mi inhalador (...)”.
026. Elogiar lo picha que le
quedaba a Nicko ““McBRIAN”” (SICK) su casaca albirroja con el numeral six six
six.
027. Reflexionar: “Qué hecho
mierda que está Dickinson. Pero qué buen traje que se trajo”.
028. Cagarme de risa cuando el
vocalista se pasó la banderita de Mc Donald´s por el culo.
029. Rememorar que alguna vez parecía un chiste cuando los perros tiraban un: “SCREAAAAAAM FOR MEEEEEEE
QUYQUYHÓ”.
030. Cantar solo “Kan ai plei
guit maaaaaatneeeeees” por no saber otra parte de la letra.
031. Soltar un “Wooooooooooooooooooooooooooooo”
cuando iba a sonar: “The Prisoner”.
032. Viajar en el tiempo en mi
memoria hasta el día en el que mi primo Gerardo me grababa: “2 minutes to
midnight” en un cassette virgen.
033. La forma en la que
ninguneé a: “Afraid to shoot strangers” por no conocer.
034. El tarareo del “tararararararararararararararararárararararararararará”
de todas las guitarras de: “The trooper” como si fuera que estaba viendo fútbol
argentino rodeado de curepas.
035. La ida al carajo en el que
me parecía el tema más emblemático de Maiden de todos los tiempos: “The number
of the beast”.
036. La esquivada de mosh
número 195, colocándome detrás de un remeri negri de lentes que no estaba ni ahí
por empujarse con nadie, pero que si le jodían habilitaba una karateada al
cuello sin mediar palabra.
037. Darme vuelta a mirar qué
pasaba atrás, mientras se daban con todo al ritmo de otro hit de algún disco que
nunca me prestaron llamado: “The phantom of the opera”.
038. Sentirme bien conmigo
mismo por cazar el coro de: “Raaaaaan chu de geeeeeeeeelsssssssss, raaaaaaaaan
foooooooorrrrrrrr youuuuuuurrrrrrrr laaaaaaaaaaaaivvvvvvvvvvvsssssssssssss”.
039. La asociación libre de
ideas que me surgió entre el comienzo de: “Wasted years” y el: “Ey! Esa era la cortina de La
sierra eléctrica que daba antes en la Rock and Pot”.
040. Cuando me agarraron del
brazo, seguido de un: “Sssshhhhhh….. Callate un poco loco. Esta parte parece
que es importante”. Y sonaron 10 minutos de: “Seventh son o a seventh son”.
041. La magistral manera en la
que me pregunté: “Será que ha de estar caro ese súper pancho?”, cuando
volvieron a hacerle a una música que yo no cazaba ni ahí, en este caso: “The Clairvoyant”.
042. Ahora siiiiiiiiiiii: Uno
de los segmentos cumbres del espéctaculo, ese por el que había pagado los
165 mil del ticket a “Campo” y movido el culo hasta ahí: “FIIIIRRRRR OF THE
DARRRRRRRKKKKK. FIIIIIR OF THE DAAAARRRRRKKKK!!!!!!!!!!”.
043. Calcular mentalmente que ni siquiera había pagado el ticket. Que
me dieron uno de gentileza. Pero que estaba obligado a devolver el importe con
especias (?).
044. El vago de ojos vermelhones que se pasaba tirando tierra, tratando de incidentarle a su oponente quien lo redujo algo así como 4 veces contadas, con
la misma técnica de la agarrada y apriete de cuello.
045. Mientras Iron Maiden se explayaba desmenuzando: “Iron Maiden”,
yo no podía dejar de mirar cómo seguía ligando el cuate de ojos vermelhones, a quien ahora, otros
remeris negris trataban de auxiliar, pero que yo quería que muera nomás a ver
si se dejaba de pelotudear con la mariconada de ensuciarnos con arena colorada.
046. ¡¡¡¡¡LE VI A EDDIE!!!!!. FOR REAL. No en la pantalla. Era
un monstruo despellejado, cercenado a medio cuerpo. Llevaba algo en la mano
izquierda que no alcancé a distinguir.
047. El headbanger pelilargui que tenía adelante terminó de atarse los
cordones y ahí sí ya no me pidan que vuelva a describir nada de lo que pasaba en el
escenario.
048. Al hacerse el silencio, aproveché correctamente para
echarme un cloro.
049. A 19.523 personas se les había ocurrido lo mismo y me tuve que fumar una cola más densa que la del acceso principal.
050. Luego de sortear la posible inflamación de mi vejiga por
soportar tanto alcohol en su interior, me introduje a la mítica escena de “Trainspotting”,
pero en versión Disal.
051. Autoobligarme a
tocar con las manos desprotegidas la tapa de esa letrina del demonio, para
poder continuar con mi vida.
052. Ser testigo de la estricta micromilésima de segundo en la
que dos metaleros salían del mismo baño químico de 0,50 cms. x 0,50 cms.
053. Rascarme la cabeza fuertemente para olvidarme de la imagen de lo que
pudieron estar haciendo adentro.
054. Retonar a mi posición original (frente a la pantalla o casi)
para bancar todo lo que se venía.
055. Saludar en mi travesía a mi amigo Luigi La Muerte, que
sorpresivamente estaba vestido de blanco xD
056. Al arrancar: “Aces high”, retroceder hasta la tierna época
de mi infancia en la que este track ambientaba el tierno jueguito de
computadora bautizado: “Carmaggedon”, en el que tiernamente debías atropellar
ancianas para avanzar hacia los siguientes niveles.
057. Tratar de que todos los mega fans ultra súper true forever no posers que tenía en mi entorno no
capten que solo pillaba la parte de: “TI IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIVIL (…)” y
nada más, del coro de: “The evil that men do”.
058. No entender si el que lanzó un: “- Veo veo. - ¿Qué ves?. -
Una remera. - ¿Qué remera?. - De Iron Maiden…..... (¿!?)” estaba burlándose de todos nosotros o what the
fuck (?).
059. Agitar un poco (no mucho) la cabeza en: “Running free”. Pero por instinto nomás, para disimular, ya que tampoco la registraba un pomo.
060. Concluir que solo fui al concierto para escuchar “Always
look on the bright side of life”.
061. Putearme ahí mismo por no haber visto NI UN FUCKING ROBOT !!!!!! :(
062. Tratar de descifrar hasta el final de la noche por qué coños los
vendedores trataban de enchufarte cerveza vociferando: “IRON LECHE” y “SLECHER” (??).
063. El lomito árabe mixto que me comí después.
064. La Sprait que le siguió a ese lomito.
064. Sacarme todo tipo de partículas, polvo, escorias, hongos, pitufos y residuos de bosta de caballo de
adentro de los championes.
065. Haberme encontrado con mucha gente de todo tipo a la que hace rato
no veía: Gente muy buena onda. Gente de mierda. Y gente que no.
066. Inserte sus propios 600 momentos inolvidables de Iron
Maiden en Paraguay de aquí en adelante xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxD