Con una resaca que violentaría
al mismísimo Belcebú y el suenho más entrecortado de los últimos 9 meses, los
corresponsales de COPADO MUNDO, entramos al Estadio el sábado a la manhana
armando kilombo y echando pestes y culebras contra cualquier invertebrado que agitara
una maraca. Antes de agacharme frente a MARIANO para pasar debajo del molinete,
el se acordó que se había olvidado las entradas en el hotel (bah, hotel es un
decir porque en realidad paramos como si fuéramos pareja gay en un telo de las
afueras de ¿Johannesburger?). De todas formas, su cámara tampoco tenía pilas y
para peor, se olvidó sus dos ojos de vidrio en el cajón de la mesita de luz, así
que bueh… un fotógrafo sin acreditaciones, ni equipo, ni órganos básicos
indispensables para ejercer el oficio, como que no sirve de mucho no?.
Le di las llaves del hotel y
al final entré sólo a la cancha. Como me suele pasar a menudo, unos cuantos
muchos minutos después caí en la cuenta de que cada cosa que hicimos antes de llegar fue al
pedo ya que con mi ceguera crónica yo no tenía nada que hacer ahí. Después de pensar
“WTFFFFFFFFFFFFFF???????” durante un flash, caminé 15 cuadras esquivando túnicas con todo y
pensadores adentro, discutiendo sobre lo bien que se pasan las ETSs ahora que
las botineras no andan sólo detrás de los jugadores, sino hasta de todo pene
con colores alusivos a su Selección que camine. En eso, llegué al hotelo y me tiré a
dormir al lado de MARIANO, quien luego de aprender a construir una choza para 90
personas reciclando 5 cajas grandes de fósforos y volviendo a quemar una cuarta
parte de lo ya edificado, cambió el utilísima zulú o como le dicen acá zulútilísima
(la única palabra con dos acentos en el mundo), y justito le pegó a Corea del Sur
– Grecia. “¡GOL CARAJO!”. Se despachó mi fiel lacayo de los reportes gráficos,
mientras yo despegándome un par de lagrimones que se atoraron en mis pestanhas,
traté de alcanzar a mirar la jugada. Luego, me di cuenta que me estaba yendo
de mambo y que mi párrafo súper largo ya contaba demasiadas cosas que la gente
no está acostumbrada a retener debido a la polución visual de las calles y la
excesiva cantidad de información que existe en la internet. Todo esto sumado a
la falta de yodo y a que es el Mundial y nadie habla de otra cosa, hizo que cambiara abruptamente de tema y saltara a otro renglón.
“GOL CARAJO! CARAJO!”. Esbozó
nuevamente en un bostezo MARIANO y ya estaba todo dicho. Corea del Sur debutaba
como más tarde no lo hubiera hecho Messi. Lee Jong Soo y Park Ji Sung mandaron
a las griegas a comprar pan árabe y hacerse una turca (¿!?).
Y como lo prometido es deuda.
Me pago con dos temas koreanos que nunca antes escuché. El primero es de un
grupo que se shama Galaxy Express.
Y el segundo de unos amiguitos de
NIGERIAN PECHO FREEZING
Un rato más tarde, el
delivery trajo el plato fuerte del día. O equipi de Maradona se paró delante de una docena de nigerianos (el arquero estaba tan "en llamas" que vale doble), que si bien siempre es saludable verlos jugar por los cien mil
kilómetros que corren y la poca nafta que transpiran, están lejos de la época
en la que Nwanko Kanu pelaba sabiduría en el área chica y Taribo West ondeaba
en eterna cadencia sus rastas multicolores al viento y eso ya era suficiente
espectáculo. Bueno, lo que sí nos preparamos con todo. MARIANO (que no sé por
qué creo que es curepa, como le dicen en este y otros sistemas solares a los
hermanos argentoides) se guardó en un closet y dijo que no iba a salir hasta
que Messi haga un gol de antología. Unas horas después, el forense pasó por acá
a preguntar si podíamos convidarle un poco del cadáver para el almuerzo, pero
parece que el ropero estaba cerrado por dentro. De todas formas, el tipo se
quedó a acompanharme mientras en la tele, el ataque era más avasallante que Star Wars
contra Star Trek.
GREEN SAY NO MORE.
Ya máááááááááás tarde dije: “Pegaría
ver una cagada ahora mismo”. Pero como MARIANO seguía encerrado con olor a
podrido o lo que sea y tenía el control remoto en el bolsillo, corregí mi
deseo: “Pegaría ver una cagada ahora mismo, en el partido”. En eso, el forense
resultó ser el genio de la lámpara de lava y me concedió dos deseos. Cuando como
pasa típicamente en las películas le pregunté por el tercero, me respondió que
ya iba a ser suficiente con llenarle la nariz de formol y cremar el cuerpo de
mi companhero, intercepté su explicación pidiéndole que lo resucite y que de
paso, cuando Inglaterra esté ganando 1 a 0 con gol del capitán, algún pelotudo, el
que sea, empate. El benevolente personaje, quitó de su saco un contrato por 4 anhos más gastos
de pensión y comisiones varias y una lapicera Parker® absolutamente falsificada. Yo firmé debajo de la línea y luego de dar un par de chasquidos de
dedos, él desapareció. El partido terminó 1 a
1 gracias a la tragicómica escena protagonizada por el asshole más asshole de todos los assholes y MARIANO salió del closet como si nada………
Bien ahí Dempsey. Te bancamos a muerte!.
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