- “¿Qué es el iskeu fest?”. Me preguntaron en cada test. Y sin dar vueltas, o porque estaba cansado y no tenía ganas de responder tantas veces lo mismo, en plan intelectualoide acudía a Lewis Carroll e iba al grano: - “Es mi no-cumpleanhos”. Desde hace un par de otonhos, orgías entre dioses y moluscos se convirtieron en mi pasatiempo oficial a la espera de la celebración del fuego, que cada 16 de abril recuerda cuando alguien me parió en un laboratorio oculto tras un pasadizo, apostado sobre un camino que da al Centro de AsunZion.
– “Mirá vos……. Y está caro el tomate.” – era el
frecuente comentario que continuaba la conversación.
– “La primera vez duró una
semana.”- replicaba yo.
– “Si pero el tomate tiende nomás luego a subir en un
53,79% interanual.”.
– “Bueno…… mi no-cumpleanhos también se hace todos los anhos. Y en el 2009, quise doblar la apuesta y así fueron 15 días ya”.
– “Las peras
también subieron, che. Esto le hace bien a la economía.”
– “Siiii!!!! Tenías
que ver lo mala que estuvo mi economía esa vez!. Porque había llegado recién de
Argentina y me tomé un mes de vacaciones con saldo cero.”.
– “Che y hablando de
ensaladas, como que me dio hambre. Voy a ver qué hay en tu heladera.”.
– “Bueno”.
Lo que sí, luego de 12 meses en los que las
expectativas de que la cosa mejore son nefastas, hoy el iskeu fest volvió con
todo y este anho, bajo el slogan corporativo “22 para 23” . Traduciendo esto al
cristiano, durante las próximas 3 semanas, no van a encontrarse acá con lo que
tenían acostumbrado. Si no que como esto está creciendo y ya casi son 4
personas las que me visitan por lo menos 2 veces cada bisiesto, durante abril tendrán
en este recodo de la blogósfera, las notas mega zafadas a lo
lastnightsparty.com de cada bar, copetín, despensita, coreano, balcón, azotea,
plaza, parque, césped, campo, vip, vip gold, vip platinum, vip titanium, vip
ultra super splash and your fuckin´ naked sister is in the bathroom of
Carlitous, que tome o tomemos por asalto, en companhía de mis vandálicos amigos
imaginarios y algunos que otros oscuros desconocidos, que luego del pedo que se
agarran en un partido de truco, admiten ser tu padre.
Por lo pronto, el resumen cuenta que la
primera fecha del tour cerró con una cantidad nula de invitados, quienes
aprovechando las bondades del jueves santo católico, se descorcharon a sí mismos sobre mesas
ajenas, errando por más de mil millas la sede de la fiesta, que en este caso
fue mi colchoneta. La pinhata tenía forma de unicornio sarnoso, cuya constante
picazón hizo que se reventara sola, pasando por alto que la tía que me la
regaló, le había sacado punta al cuerno, para que en un descuido fuera yo quien se clavara
con él.
A la tarde, en una bandejita de cartón
estampada con la versión porno de Jélou Kity, (Hello Clitty), la merienda fue
un uvasal con soda sin gas, ¿o era agua eso?. Seguido de una divertidísima
llevada a lavar de mi ropa sucia. Después de esto, me sentí una quinceañera puta
más, digna de mi propio “swit sixtín”, cuando me enteré que la noche se iba a poner
hermosa, viendo en el diario que darían una versión especial de Pearl Harbor,
con una minuciosa edición de todas las escenas en las que aparecían orientales
y la advertencia de que esto, alteraría parcialmente el sentido de la historia. Yo
no entendí nada, porque ¿en qué aparte aparece un uruguayo en la película?. Bah,
de todas maneras el periódico era de hace 5 anhos.
Finalmente, ya en el declive de este gran
puntapié no-cumpleanheril, el show principal fui yo mismo tarareando un tema de
The Phenomenal Handclap Band, hasta que me aburrí y dormí contando abejas que
saltaban cercas, pero que terminaban atrapadas entre los alambres de púas del
patio del vecino, ante la sabrosa mirada de sus 15 rottweillers ninja.
- “Che loco, y ¿por qué lo que festejás tantos
días tu cumpleanhos?”.
- “¡Qué te importa!”.